Ejemplos históricos de cuando se nos fue la mano con el medio ambiente. Capítulo IV: el mar de Aral

Imagen tomada por el satélite Landsat 8 en el año 2018 del mar de Aral, situado entre los países de Kazajistán y Uzbekistán (Fuente: European Space Agency ESA)

Guillermo Bernal Sancho

Comienzo de los años 2000s, a un servidor le gustaba ojear los atlas de sus padres de sus tiempos de estudiantes, al punto de memorizarlos (la infancia sin Internet ni influencers). Confiado, un joven, ingenuo y quizá algo repelente Guillermo contestó en clase a la pregunta de “¿Qué país es este?”. ‘Chupao’, pensé yo, y respondí con cierto rintintín: “la U.R.S.S”. “Mal Bernal, mal, eso ya no existe, se llama Federación Rusa”. Descubrí, de golpe y porrazo, que aquellos países con nombre divertido que sesudamente había aprendido ya no existían. Checoslovaquia, Yugoslavia, la República Democrática Alemana (aunque la democrática era la otra, la Federal) y la U.R.S.S, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Resulta que se desmoronaron a lo largo de los años noventa (y alguno aún sigue en ello, recordemos el caso de Kosovo), y así el comunismo desapareció de Europa, con la URSS como piedra angular. La URSS era una potencia económica, política y bélica. En poco más de 20 años, desde que acabó la Guerra Civil Rusa (1917-1923) hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial (1945), pasó de ser un país prácticamente feudal a todo un gigante industrial y científico. Pero la conversión no fue ni fácil ni sencilla, a veces a pasos forzados y sin demasiado respeto por el medio ambiente.

Siempre se ha tenido al capitalismo como un monstruo ávido de consumir recursos, capital y medios de producción, y es verdad, grandes lobbies que compiten entre sí acaparan y arrasan con lo que pillan, amparados por una legislación o cómplice o previsible. Es la selva. En la Rusia del camarada Stalin, las cosas no se hacían tan a las bravas, todo era burocrático, y el devorador de los recursos y medios era el Estado y el Politburó. Informes y despachos. De hecho, han provocado catástrofes que nada tienen que envidiar al capitalismo, que sobreviven a la caída del Bloque del Este y nos los han dejado de regalo. Ejemplos de esto serían Chernobyl y el mar de Aral.

Pues bien, en lo que respecta al mar de Aral, este es un mar interior, al este del mar Caspio, que ahora queda entre dos países curiosos, Kazajistán y Uzbequistán. En este mar desembocan dos grandes ríos, el Amu Daria y el Sir Daria, llamados Oxus y Orexates en la antigüedad. De hecho, a orillas del río Sir Daria Alejandro Magno fundó la ciudad de Alejandría Escate, o sea, Alejandría Última en castellano, la del quinto pino. Pero volviendo a lo del comunismo, históricamente el mar era el cuarto lago del planeta y estaba en un delicado equilibrio entre evaporación e irrigación desde los glaciares de la cordillera del Pamir. La población local lo usaba para cultivo, pesca, comercio…había 4 millones de hectáreas cultivable de forma sostenible.

Barcos abandonados en un desierto que hasta no hace mucho era un mar interior (Fuente: National Aeronautics and Space Administration NASA)
A todo esto, llegó el Secretario General de turno, Jrushchov (Stalin ya comenzó la faena), le da un viento frío siberiano, y decide convertir a la URSS en el principal exportador mundial de algodón, y ya que se ponían, de arroz. Dos especies, por cierto, cuyo cultivo consume agua que no veas. Ya llevaban tiempo dándole vueltas al asunto. Pensaban que la estepa polvorienta de Asia Central era una cosa que estaba ahí, sin producir y echada a perder (menos mal que el Sahara no cayó en la URSS, les da un síncope). Se dijeron lindezas como que “El Mar de Aral es un evaporador inútil, un error de la naturaleza”, dicho por el considerado mejor climatólogo de Rusia, Alexandr Voeikov, genio y figura.

Para llevar a la práctica su plan, desviaron el 90% del cauce de los ríos Sir Daria y Amu Daria, la superficie cultivada se duplicó, la población en la cuenca hidrográfica también, hasta los 60 millones de personas. Y efectivamente, algodón y arroz hubo, pero si se quejaban de que eso era un evaporador inútil, lo de los canales de irrigación que construyeron era otro nivel. Para muestra un botón: el Canal de Karakum. Este canal desviaba el 25% del caudal del río Amu Daria hacia zonas de cultivo, pero no estaba ni cubierto ni impermeabilizado, con lo que se perdía más de un 50% del agua por evaporación. Y de estos había varios. Más que un plan hidrográfico organizado era un desperdicio de agua.

El equilibrio entre agua que llegaba al mar y la evaporada se rompió, y el nivel de las aguas comenzó a bajar estrepitosamente hasta reducir el mar a un 10% de su superficie original. La salinidad del agua (que queda) se multiplicó por diez, se originó una crisis hídrica en una región donde los años inmediatamente anteriores se había duplicado la población. Y para colmo, si eso antes era “una llanura polvorienta”, ahora es una región de clima aún peor. La desecación del mar ha hecho aflorar un terreno con alta cantidad de sal, que, gracias a la acción del viento, se dispersa por toda la región y las características climáticas se han vuelto más extremas. Por supuesto, toda la flota pesquera yace abandonada en mitad de la nada de un mar de polvo, corroída por el óxido, como un cementerio de ballenas. Y para colmo, en el mar de Aral había una isla, la de Vozrozhdeniya (ahora es una península), donde en tiempos soviéticos había una instalación de armas biológicas que tras colapsar la URSS fue abandonada precipitadamente, aunque un proyecto internacional la descontaminó en 2008.

Variación en la extensión del mar desde el año 2000 hasta el 2018 (Fuente: National Aeronautics and Space Administration NASA)
Pero, ¿qué es del mar de Aral en la actualidad? Aunque se encuentra entre Uzbequistán y Kazajistán, otros 3 países comparten las cuencas de los ríos Amu Daria y Sir Daria: Tayikistán, Kirguizistán y Turkmenistán. Los conflictos por la gestión de los cauces han sido frecuentes, aunque constituyeron en 1992 una confederación hidrográfica. Ahora mismo, el mar de Aral está dividido en dos masas de agua, la norte (en Kazajistán) y la sur (en Uzbequistán). En 2005 los kazajos construyeron el dique de Kok-Aral para separarlas, con lo que la parte norte se ha recuperado en parte, al menos ha vuelto la pesca. También se han hecho saltar las alarmas de la comunidad internacional y se proponen muchas alternativas, como poner impuestos a los campesinos que usen agua de la cuenca del mar de Aral, usar variedades de algodón que requieran menos agua o un trasvase Caspio-Aral, ya que el nivel del mar Caspio ha aumentado los pasados años.

El mar de Aral es un ejemplo de una gestión ambiental nefasta, donde primó el cortoplacismo y el obtener un recurso como el gua de manera fácil y de cualquier manera sin pensar en las consecuencias que aquello podía tener. El Amazonas, las selvas de Indonesia, el lago Chad en el Sahel (se enfrenta a una situación análoga al mar de Aral) el cultivo masivo de especies no adaptado a las condiciones del lugar, el retraso en convertir el modelo energético…son ejemplos de que mantener un comportamiento hacia el medio ambiente por los efectos negativos inmediatos en la economía, a la larga, pueden originar crisis ambientales e incluso humanas.

Fuentes de consulta:

"El mar de Aral es un evaporador inútil, un error de la naturaleza"
Alexandr Voeikov, climátologo ruso.

2 comentarios

  1. Propaganda americana para dañar la U.R.S.S., un país que envía a un perro al espacio sin posibilidad de que vuelva a la Tierra no le puede hacer daño al medio ambiente.

    ResponderEliminar
  2. Gran explicación con muy buenos datos.






    -----------------------------------------------
    Trabajo con empresa de gas naturgy.com.mx

    ResponderEliminar