Árboles: fuente de bienestar en las ciudades

(Fuente: Divulga-medioambiente)
Autores: Sonia Vega García, Sergio Martínez-Campos Gutiérrez

Podemos decir casi con completa seguridad que todos somos conscientes de lo bien que le sienta el verde a las ciudades. No es lo mismo pasear por una calle sin vegetación, donde reina la desolación más absoluta y cuyo paisaje es dominado por los colores grises y oscuros del asfalto; que por otra donde abundan jardines, con árboles plantados a las orillas, que nos protegen con su sombra y nos endulzan los oídos con la melodía de los pájaros que en ellos habitan. 

Estas diferencias no sólo se plasman en comodidad y belleza visual, sino que la vegetación tiene efectos muy positivos en las ciudades, a veces no tan evidentes.

Algunos de dichos beneficios son:

- La captura de carbono. Los árboles, al igual que todo el reino vegetal, utilizan como fuente de carbono el dióxido de carbono (CO2) para sintetizar sus propios nutrientes, debido a que son organismos autótrofos y realizan la fotosíntesis. Como resultado, las plantas tienen la capacidad de retirar grandes cantidades de CO2 de la atmósfera, un gas que contribuye al aumento del efecto invernadero. En las ciudades la concentración de CO2 emitida es bastante alta debido a la gran actividad humana, donde los vehículos son los principales emisores. 

- La generación de oxígeno. También, debido a la fotosíntesis y como producto de la reacción, se genera otro gas esencial para los organismos vivos: el oxígeno (O2). 

- Reducen la contaminación. Las plantas no solo son capaces de retirar el CO2, sino que además, muchas de ellas actúan como agentes descontaminadores que limpian el aire de sustancias que pueden llegar a ser perjudiciales para la salud humana, como monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx), pequeñas partículas sólidas (PM10 y PM2,5), metales pesados, etc. 

- Barrera contra ruidos. Se ha comprobado que la arboleda, si está estratégicamente diseñada y se sitúa cerca de las principales fuentes de ruido, puede funcionar como una barrera que atenúa estas molestas vibraciones gracias a la disposición aleatoria de las ramas que es capaz de dispersar estos sonidos. Aunque por otro lado, bien es cierto que los árboles también producen su propio "ruido", como el piar de los pájaros a los que dan cobijo, o el viento al mover sus hojas. Pero nosotros nunca nos atreveríamos a calificarlo como algo molesto. 

- La regulación de la temperatura. Los árboles tienen la capacidad de refrescarnos gracias a su sombra, pero su gran aportación es que ayudan a reducir el fenómeno "isla de calor" en las ciudades. 

Efecto "isla de calor" (Fuente: Divulga-medioambiente)

 La "isla de calor" es una anomalía térmica que ocurre en grandes ciudades debido a la presencia de edificios de gran envergadura que frenan el movimiento de las masas de aire. Ello sumado a la presencia de materiales absorbentes y productores de calor (como el hormigón o el asfalto, los vehículos, las calefacciones, sistemas de refrigeración, etc.) desemboca en que la temperatura en el interior de la ciudad esté unos grados por encima de lo que le correspondería por su situación geográfica. Además, esta situación favorece la aparición de las denominadas brisas urbanas, unos movimientos cíclicos de las masas de aire que impiden la dispersión de los contaminantes. Un ejemplo de ello es la "boina" de contaminación que se posa habitualmente sobre las grandes ciudades, entre ellas Madrid. 

- Refugios de biodiversidad. Uno de los impactos negativos de las ciudades es la fragmentación del hábitat, afectando a la biodiversidad de la zona. Una solución a este problema es la creación de corredores naturales y espacios, como parques y jardines, donde puedan asentarse especies propias del entorno.

Los corredores ecológicos son aquellas áreas diseñadas con el propósito de facilitar la libre dispersión de la flora y fauna silvestre, conectando diferentes áreas naturales y haciendo frente a la fragmentación del hábitat. 

- Embellicimiento de la ciudad. Los árboles otorgan belleza a las áreas urbanas. A priori podemos pensar que este beneficio es el más superficial, pero estudios psicológicos confirman que el contacto con la naturaleza favorece nuestro bienestar físico y emocional. 

Debido a los numerosos beneficios que tiene la incorporación de las zonas verdes a las ciudades ha surgido un nuevo concepto: la renaturalización. La renaturalización consiste en una serie de actuaciones que conllevan una modificación del entorno a varias escalas, según se trate de un edificio, una calle, un barrio, o incluso, una ciudad completa, mediante la incorporación de elementos naturales propios de la zona, que favorezcan la aparición de flora y fauna autóctona.

Las labores de renaturalización no son tarea sencilla y resulta bastante fácil cometer errores mientras se llevan a cabo. En uno de nuestros próximos artículos analizaremos de una manera más amplia este concepto, al mismo tiempo que mencionaremos algunos ejemplos.

Árboles en los espacios públicos de Madrid (Fuente: Divulga-medioambiente) 

Fuentes de consulta: 
  • Calvo, P. M. H. (2008). Infraestructuras de soporte de la biodiversidad; planificando el ecosistema urbano. Ciudades, (11), 167-188. Molina-Prieto, L. F., & Vargas-Gómez, O. (2012).
  • Gestión estratégica de la arborización urbana: beneficios ecológicos, ambientales y económicos a nivel local y global. Revista Soluciones de Posgrado EIA, (9), 39-61. 


"Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol." 
Martin Luther King (1929-1968), defensor de los derechos civiles para los afroestadounidenses.

2 comentarios

  1. Interesante articulo, ojala mas de uno se leyera este blog y asimilara las ideas que explicáis.

    Gracias.

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